Un acuario es un recipiente capaz de contener agua y en el que al menos una de sus caras es transparente. Además, suelen estar acompañados de mecanismos que permiten la recreación de ambientes subacuáticos. En términos generales, es la evolución de la pecera típica, con forma de bola de cristal que todos conocemos. La principal diferencia entre ésta y acuario es que en él pueden controlarse las condiciones ambientales. Por tanto, es el primer accesorio que debe adquirir un aficionado a la acuariofilia. En este sentido, analizaremos qué tipos de acuarios hay, así como qué diferentes tipos de especies acuáticas (ya sean peces, plantas, o animales invertebrados) pueden contener.
Podemos hacer varias clasificaciones de los acuarios. En primer lugar, según la concentración de sales minerales hay: acuarios de agua dulce, con baja concentración, que simulan ambientes lacustres o fluviales; acuarios de agua salobre, de concentración media, que simulan la vida de las albuferas y estuarios; y acuarios de agua salada, de alta concentración en sales, que simula el ambiente marino u oceánico.
Por otro lado, en función de la temperatura del agua podemos hablar de: peceras, cuya temperatura es difícil de mantener y varía en función del clima, y donde las condiciones de vida de los peces no son muy buenas; acuarios de agua fría (de 18º a 22º), en donde se suelen albergar peces exóticos resistentes; y acuarios tropicales, con temperaturas más altas (de 25º a 30º), calentados por sistemas de termorregulación.
Para terminar, si observamos la finalidad de los acuarios, encontramos una nueva clasificación: primero, los comunitarios, donde habitan diferentes especies con necesidades ambientales similares; segundo, los acuarios específicos de un determinado tipo de pez, sin fines de raza o comerciales; tercero, los de cría, que son como los anteriores pero que sí poseen tales finalidades; cuarto, los acuarios de reproducción, que acogen una o varias especies y fomentan con sus condiciones ambientales la cría; quinto, el acuario de biotipo, en el que se intenta recrear un entorno real de especies y plantas que en la naturaleza pertenecen a un mismo hábitat; y sexto, el acuario holandés (datado en la década de los setenta): el principal atractivo de éstos son las plantas, de modo que son ellas las que cubren casi todo el tanque. En caso de contener peces, son los mínimos. A veces se les denomina “acuarios plantados” y, a partir de ellos, se ha desarrollado todo un arte que procura recrear con paisajes sumergidos las profundidades acuáticas.
Una vez has seleccionado el tipo de acuario que quieres instalar en tu casa, la decoración del acuario será un trabajo de gusto e imaginación que dependerá del acuarista. Si eres nuevo en la acuariofilia, intenta comenzar por algo sencillo y déjate guiar por las instrucciones de los expertos.