Como cualquier otro ser viviente nuestro perro sufre de sus propios malestares, y aunque hay muchas enfermedades de los perros que nos suelen ser conocidas y detectables por sus síntomas, muchas veces no nos fijamos en las más básicas y más comunes, como son los cólicos en los perros, que sí que a nuestro perro también le dan cólicos. Esa molesta sensación de dolor constante que es un cólico, que hemos sufrido en nuestra manera los humanos, puede ser una situación estresante para nuestro perro, así que debemos estar atent@s a la misma para evitarle el dolor en cuanto sea posible.
Los perros sufren cólicos, en una forma que es similar a los cólicos que sufren los bebés, llegan de repente, les hacen llorar y lamentarse, y en los perros el problema es aún mayor porque confundimos su lamento con casi cualquier cosa. El cólico se presenta en los perros debido a un malestar digestivo por comer alimentos descompuestos, comer alimentos inadecuados a su edad o que contienen elementos tóxicos como detergente o pesticida, hay cólicos porque padecen de enfermedades serias como el riñón y en los perros hembra porque son parte del embarazo, cuando el embarazo es dificultoso. En estos dos últimos casos el veterinario nos indicará qué hacer o cómo detectarlo.
En los casos de cólicos de los perros más comunes o debido a problemas de orden común como indigestión, debemos estar atentos a su actitud y si se queja o se siente decaído y tiene deposiciones fuera de lo normal, se le puede administrar un poco de infusión de anís tibia colocando en su recipiente para agua, esto puede resultar de ayuda inmediata y aligera el dolor, si es apenas una indigestión pasará rápidamente con que evacue pero si el problema persiste más de 8 horas es hora de llevarlo de inmediato al médico que puede ser un problema mayor del intestino o una apendicitis.
Imagen: Fondos gratis
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