Cuando tenemos un perro como mascota, siempre es recomendable que conozcamos el proceso de aprendizaje de la especie —cómo aprenden los perros—, así como que seamos capaces de reconocer algunas de las técnicas más populares para que las podamos poner en práctica.
En realidad, existen muchísimas teorías acerca de cómo aprenden los animales. Y, de hecho, no son incompatibles entre sí necesariamente. Las técnicas de adiestramiento pueden combinarse.
En este sentido, te será muy útil conocer los principios del condicionamiento canino.
El adiestramiento consiste en la modificación de conductas del animal, haciéndoles conocer qué esperamos de ellos y reforzando un carácter obediente.
En realidad, la obediencia es una cualidad fuertemente ligada a la naturaleza de los perros. De este modo, y como normal general, nuestro perro nos obedecerá si le damos las instrucciones adecuadas en el momento preciso.
En realidad, los principios del adiestramiento son los mismos que proponen las teorías del aprendizaje, sólo que aplicadas específicamente a la inteligencia de los canes.
Algunas de estos principios, son los que siguen: condicionamiento clásico y operante, reforzamiento positivo y negativo, reforzadores condicionados, principio de Premack, castigo positivo y negativo, moldeado y encadenamiento de conductas, control por estímulo, generalización, extinción de la conducta, desensibilización y sensibilización.
Las principales cuestiones en las que las personas emplean estas técnicas, pertenecen al ámbito de las actividades cotidianas. Por ejemplo, para que vayan a baño correctamente o para que se sociabilice con personas y otros perros. Otra cuestión importante es que los perros reconozcan su nombre y presten atención a sus dueños cuando éstos se la soliciten o que acudan a ellos si están apartados.
Después, existen otro tipo de órdenes básicas que pueden ser muy útiles, como conseguir que se sienten cuando se lo pidamos, que se tumben, que callen si están armando demasiado alboroto, o que nos presten su pata. Igualmente, algunas veces están echados y queremos que se levanten o que sean capaces de obedecer cuando caminamos con ellos sin correa, o deseamos que saluden a las personas correctamente. Todo esto se puede conseguir sin problemas.
Hemos de tener en cuenta que los perros son capaces de esto y mucho más: podemos recordar a los perros policía (capaces de detectar alijos de drogas y rastrear personas), a los perros guía (que tienen la responsabilidad de cuidar de la integridad de sus amos) o de los perros actores (capaces de interpretar cualquier tipo de situación). Por otro lado, existen los perros de competición, como las carreras de galgos o los perros adiestrados para los circuitos de agility (en muchas ocasiones, con altos grados de complejidad).
Evidentemente, unas razas son más mansas e inteligentes que otras, pero en general, cualquier perro puede ser educado si ponemos empeño en ello.