Entre los peces más conocidos se encuentra el denominada carpa común o europea, un bello pez de agua dulce que es pariente cercano de otro muy conocido, la carpa dorada. Y aunque son peces apreciados como mascotas también tiene su mala celebridad, porque están catalogados dentro de las 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, una lista que divulga la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y que da a conocer aquellas especies cuya existencia perjudica los hábitat y el entorno de otras especies.
Los peces carpa se conocen en China desde la antiguedad, y desde entonces fueron convirtiéndose en una especie de peces «onramentales». No se conocen en Asia como «carpas» más bien con el nombre de Koi y es Japón el país que más contribuyó a su difusión, debido a que primero pasaron de China a este país donde cobraron gran popularidad como vistosos ejemplares de peces para los acuarios. Hoy está presente en todo el mundo y además ha pasado a ser parte de la gastronomía de muchos países, solo en Europa, la llegada de las fiestas navideñas es la ocasión para deleitarse con platos preparados con carpas, en República Checa, Eslovaquia, Polonia y Croacia, donde es parte importante de la pesca.
No es sin embargo un pez de reciente conocimiento, los peces carpa son tan antiguos como el mismo hombre, o al menos así lo parece para los investigadores que han trazado su origen hasta 2,000 años atrás, en las aguas del Danubio y en las reservas naturales de Asia. La carpa vive en aguas estancadas o templadas tanto en Europa como en Asia, solo necesita la temperatura ideal para vivir, entre 17 y 24°C y puede sobrevivir aún en aguas salobres donde suele alimentarse de plantas acuáticas, artrópodos, zooplancton o peces muertos.