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Cuidado del loro como mascota en casa

loro

Cuidar del loro cuando nos decidimos por él como la mascota hogareña, se centra en la paciencia y el control, después de todo el loro suele ser en mucho imitador de su entorno; el mal humor de sus dueños puede afectarlo tanto como su indiferencia. Cuidar un loro como mascota, supone tratarlo con cariño y paciencia para que se acostumbre a su entorno, y sobretodo si se intenta que aprenda algunas palabras, como suele suceder con los loros.

Cuidar del loro, se centra en la limpieza, suele ser bastante demandante este  aspecto por cuanto el poco aseo promueve el aparecimiento de bacterias que pueden contagiar a nuestro loro, causándole enfermedades comunes a  su especie que van de leves a fatales. En realidad enfermedades fatales en los loros no existen pero como no manifiestan sus síntomas, el loro no puede ayudarnos en ese sentido, muchas veces ya es tarde cuando reparamos en algún problema de salud.

El loro merece como cualquier mascota, la visita a un veterinario ocasionalmente, y la vigilancia sobre su salud, cuando el loro está saludable, se encuentra silencioso pero activo y su pluma tiene un hermoso tono, todo lo contrario cuando algo lo aqueja. La limpieza de la jaula del loro es vital entonces, debe limpiarse de manera general, barrotes, juguetes, recipientes, a fondo con desinfectante una vez a la semana, y diariamente debe cuidarse de la misma, retirando los excrementos, reponiendo alimento.

El cortar las alas es importante de lo contrario en el espacio de la jaula, se verá incómodo con unas largas alas que quizá la impidan moverse a sus anchas.  Y también importante es permitirle volar algo fuera de la jaula porque eso contribuye a su recreación y nuestro loro se sentirá menos aburrido, una vez a la semana bastará con cerrar todo alrededor y dejarlo volar para su diversión.

Aunque más inteligentes que otros de su especie, los loros realmente no hablan porque comprendan el concepto, hablan por repetición y por repetición y con paciencia puede aprendar hasta cantar. Los loros son varias clases de loro para mascota que deben evaluarse a la hora de elegir uno. Algunos son más alegres, otros huraños y otros se dan bien en aprender nombres, y otras pequeñas tareas de repetición.  Suelen vivir poco en cautiverio aunque se sabe de loros que han vivido hasta 35 años, los loros libres en sus habitats naturales viven hasta 60. Como mascota es amigable y entrañable.

Imagen: Fondos y temas

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Periquitos en casa

El periquito es una de las aves más corrientes en los hogares. Provienen de Australia y pertenecen a la familia de los loros. A veces se utiliza su nombre para referirse a aves de la misma familia, como los agapornis.

Son una mascota que llegó a Europa a finales del siglo XVIII y llegó a tener gran popularidad, siendo muy admirado por la población. A finales del siglo XIX, en Bélgica, era muy corriente que un periquito azul costase más que un caballo de carrera.

Miden en torno a 19 centímetros de largo y pueden vivir hasta 15 años.

Podemos encontrar periquitos de cualquier color, exceptuando el rojo y el negro: una variedad cromática de esta envergadura hace que el hogar se convierta en un lugar tan vistoso como agradable. Además de esto, la función decorativa de los periquitos se ve ampliada por su canto.

No obstante, por muy decorativos que sean, es importante tener en cuenta que son animales y que necesitan una serie de cuidados especiales.

En primer lugar, es fundamental que les situemos en un lugar transitado por gente, como la sala de estar de la vivienda. Esto es así porque son animales a los que les gusta estar en compañía. Por otro lado, es una especie de ave que puede ser domesticada con facilidad para que salga de la jaula y vuele libremente por el hogar. Incluso son capaces de aprender algunas palabras y repetirlas cuando nosotros las pronunciemos.

También hemos de considerar, en el momento de adquirir un periquito, que lo más recomendable es que vivan en pareja: de hecho, tienden a anidar en monogamia. Si juntamos a dos hembras, lo más probable es que se enfrenten entre ellas; los machos no tienen problemas de convivencia entre sí, sin embargo, es más difícil que aprendan a hablar.

Para su alimentación se recomienda alpiste, mijo, avena y cañamón. Durante la reproducción también necesitarán avena y calcio.

Analicemos las muestras de que nuestro periquito está saludable: en primer lugar, debe tener un plumaje liso y sin claros; por otro lado, aunque sea joven, tiene que ser capaz de realizar vuelos cortos; también es importante que los excrementos no sean compactos; el pico no puede tener grietas y los orificios deben estar limpios, así como las patas y garras tampoco deben tener suciedad. Todo esto debe tenerse en cuenta en el momento de seleccionar nuestro periquito (cuando lo compremos) y durante su mantenimiento.

Por otro lado, apuntamos unas recomendaciones para el hogar: deben estar en habitaciones ventiladas y luminosas; la altura de la jaula debe coincidir con los ojos del dueño; también debe ser lo suficientemente amplia para que en su interior pueda hacer pequeños vuelos. Además, conviene extremar la limpieza de estos lugares.

La cotorra como mascota

cotorra

La cotorra es una especie de ave que se originó en el Centro y Suramérica existiendo en gran cantidad en países como Bolivia y Brasil, aunque por haberse convertido en una mascota doméstica, se encuentra hoy en todos los países del mundo. Ha sido fácil su adaptación no solo a la vida en cautiverio sino a los diferentes ecosistemas a donde ha sido llevada.  Aún así en algunos países como España se le considera perjudicial para las aves del país y se le denomina especie invasora de la que introducirla en  España está prohibido.

Por demás como hemos dicho vive en muchos países a donde la cotorra es una mascota apreciada. Es un ave de tamaño pequeño que está entre los 28 y 31 cms  con un peso entre los 120 y 14 g. Su plumaje suele ser un verde intenso de brillante color, alas verdes azuladas, gris claro en las zonas de la frente, mejillas, garganta y pecho, así como el vientre. Una cola verde larga y puntiaguda mientras las patas son de color gris. Es un animal de vida en grupo, con el resto de la bandada suele emprender ruidoso vuelo.

Contra lo que pudieran pensarse, la cotorra no puede vocalizar como el loro, pero si puede emitir chillidos, graznidos y también silbar, con esta última capacidad, puede aprender a reproducir las melodías que se le enseñan, porque tiene buena retentiva y si se adiestran siendo pichones resultan muy entusiastas de aprender.  La cotorra suele alimentarse de semillas de cardo, maíz, arroz y otra clase de semillas, flores y frutos. En algunas ocasiones y sino encuentra semillas puede optar por los pequeños insectos. La vida en libertad puede ser dura para cualquier especie, y la cotorra como cualquier otra intenta sobrevivir, así que sino logra su dieta habitual puede optar como algunas especies carroñeras, la carne de los animales muertos. En casa como mascota, es fácil alimentar a la cotorra con pan, galletas,  carne picada, hortalizadas, vegetales suaves.

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Las Mascotas y su Evolución

Las Mascotas y su EvoluciónParece que están el hecho de tener distintas clases de mascotas ha evolucionado a través del tiempo. Hace unos años, lo común era considerar dentro de las posibilidades de conseguir una mascota, tener un perro, un gato, pececitos, tortugas, pájaros, loros y otros animales similares; sin considerar mascotas más grandes, para aquellos que tienen posibilidades de alojamiento de tamaño considerable, como pueden ser caballos o felinos de mayor tamaño.

Más adelante, comenzaron a ponerse de moda otra clase de mascotas, más exóticas y del gusto de unos pocos: las famosas iguanas, que inundaron el mercado, los lagartos, víboras, serpientes, arañas y hasta roedores como ratones y ratas.

No debemos olvidar que existió, también, la famosa “mascota virtual”, especie de aparatito, que venía con un pequeño programa, con una pantalla en la que se mostraba cuales eran las necesidades de la mascota en ese momento. Si tenía hambre había que alimentarla para que no se enfermara o muriera; si tenía sed había que brindarle agua; si estaba triste había que darle consuelo, si tenía frío, abrigarla, y así sucesivamente.

Este juego virtual, si bien no servía para aquellos que requieren de una mascota cariñosa, podía ser interesante para que los niños y adolescentes se dieran cuenta del trabajo y la responsabilidad que implica tener una; es decir que no se trata sólo de disfrutarla, sino también de cuidarla y mimarla para que esté saludable y se sienta bien.

En la actualidad, con el mundo globalizado, cada uno puede tener la mascota que quiere, de acuerdo a sus gustos y preferencias, ya que no es difícil acceder a animales que no eran tan fáciles de conseguir tiempo atrás. Pero las mascotas siguen cumpliendo el mismo papel importante que tuvieron siempre. Son objeto del cariño de muchos, ellas mismas nos brindan amor, y a veces nos entregan protección y compañía, de manera diferente, de acuerdo a cada una de sus características.