Cuándo un gato cruza el umbral de casa por primera vez suele mostrarse tímido y reservado. Pero poco a poco comienza a explorar y en unos días descubrimos que se trata de animales curiosos, juguetones y que buscan cualquier excusa para entrenar su instinto cazador.
Para evitar problemas de comportamiento es conveniente corregir ciertos modos de jugar desde el primer día. Aunque sea un gatito pequeño y resulte gracioso ver como “caza” tu mano o tu pie por debajo de la sábana, si dejas que lo haga continuará con esa costumbre de adulto y te hará daño.