Los conejos son mascotas cada vez más apreciadas, por alguna de sus características agradables. Son animalitos muy inteligentes, aprenden con mucha facilidad. Son sumamente sociables y brindan mucho amor y cariño para quienes son sus cuidadores.
Tienen además la ventaja que pueden mantenerse en hogares no muy grandes y no requieren un cuidado muy trabajoso, aunque sí algunas atenciones especiales.
Con respecto al lugar donde viven deben tener un sitio ubicado para ellos, que puede ser una jaula acondicionada. Tiene que ser lo suficientemente grande para que el conejo pueda estirarse y hacer sus propios ejercicios, además de poder desplazarse mínimamente. Para elegir el tamaño de la jaula, conviene tener en cuenta que los conejos pueden crecer mucho, por lo tanto habrá que comprarla no de acuerdo al tamaño del conejo pequeño que hoy tenemos, sino de acuerdo al tamaño del conejo en el que se podrá convertir, de acuerdo a raza. La jaula se debe mantener permanentemente limpia (de ser posible asearla una vez al día) y además tiene que tener a mano agua fresca, con expendedores o con algún bols que no sea fácil de derramar.
Son animales que no conviven fácilmente con otras mascotas; pueden sentirse muy intimidados por mascotas de mayor tamaño. Sí se llevan bien con los cobayos.
La alimentación que requieren puede ser la balanceada, que se compra en cualquier casa veterinaria o de venta de alimentos para animales. En caso de que se use este tipo de alimentación no se requiere ningún complemento. Su característica es que se alimentan en forma contínua.
Es importante estar atento al tema de los dientes, y en lo posible proporcionarles alguna madera dentro de la jaula, que sea lisa, a efectos de que puedan roerla, para el desgaste, ya que si no desgastan los dientes pueden ser estos un inconveniente de salud para el conejo.
También hay que estar atentos al pelaje. Si este se muestra limpio y brilloso (no olvidar que los conejos se limpian ellos mismos el pelo) es un signo de buena salud. Se les puede ayudar con cepillos especiales. En caso de que el pelo no luzca sano o que presente algún tipo de cáscaras habrá que consultar a un especialista.
A disfrutar de estos tiernos animalitos y cuidarlos mucho.
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Periquitos en casa
El periquito es una de las aves más corrientes en los hogares. Provienen de Australia y pertenecen a la familia de los loros. A veces se utiliza su nombre para referirse a aves de la misma familia, como los agapornis.
Son una mascota que llegó a Europa a finales del siglo XVIII y llegó a tener gran popularidad, siendo muy admirado por la población. A finales del siglo XIX, en Bélgica, era muy corriente que un periquito azul costase más que un caballo de carrera.
Miden en torno a 19 centímetros de largo y pueden vivir hasta 15 años.
Podemos encontrar periquitos de cualquier color, exceptuando el rojo y el negro: una variedad cromática de esta envergadura hace que el hogar se convierta en un lugar tan vistoso como agradable. Además de esto, la función decorativa de los periquitos se ve ampliada por su canto.
No obstante, por muy decorativos que sean, es importante tener en cuenta que son animales y que necesitan una serie de cuidados especiales.
En primer lugar, es fundamental que les situemos en un lugar transitado por gente, como la sala de estar de la vivienda. Esto es así porque son animales a los que les gusta estar en compañía. Por otro lado, es una especie de ave que puede ser domesticada con facilidad para que salga de la jaula y vuele libremente por el hogar. Incluso son capaces de aprender algunas palabras y repetirlas cuando nosotros las pronunciemos.
También hemos de considerar, en el momento de adquirir un periquito, que lo más recomendable es que vivan en pareja: de hecho, tienden a anidar en monogamia. Si juntamos a dos hembras, lo más probable es que se enfrenten entre ellas; los machos no tienen problemas de convivencia entre sí, sin embargo, es más difícil que aprendan a hablar.
Para su alimentación se recomienda alpiste, mijo, avena y cañamón. Durante la reproducción también necesitarán avena y calcio.
Analicemos las muestras de que nuestro periquito está saludable: en primer lugar, debe tener un plumaje liso y sin claros; por otro lado, aunque sea joven, tiene que ser capaz de realizar vuelos cortos; también es importante que los excrementos no sean compactos; el pico no puede tener grietas y los orificios deben estar limpios, así como las patas y garras tampoco deben tener suciedad. Todo esto debe tenerse en cuenta en el momento de seleccionar nuestro periquito (cuando lo compremos) y durante su mantenimiento.
Por otro lado, apuntamos unas recomendaciones para el hogar: deben estar en habitaciones ventiladas y luminosas; la altura de la jaula debe coincidir con los ojos del dueño; también debe ser lo suficientemente amplia para que en su interior pueda hacer pequeños vuelos. Además, conviene extremar la limpieza de estos lugares.
Antes de regalar un hamster
Regalar una mascota por Navidad puede ser una idea, en general, poco recomendable. La decisión de adquirir un animal exige una gran responsabilidad, puesto que en un regalo de esta índole no sólo está implicado el disfrute de aquel que va a recibir la ofrenda. Los animales domésticos dependen de sus dueños en muchos sentidos: desde su integridad vital hasta su felicidad. Y esto es algo con lo que nunca se debería jugar irreflexivamente.
No obstante, si estamos muy seguros de que la persona a la que vamos a hacer el regalo desea realmente tener una mascota y se va a comportar adecuadamente, quizá podamos hacer una excepción. Por otro lado, si el regalo es para un niño, y nosotros somos sus padres o tutores, podemos adquirir una mascota siendo conscientes de que ésta será nuestra responsabilidad directa. Aunque podemos intentar hacer que nuestro hijo aprenda a cumplir con obligaciones gracias al contacto con un animal, tampoco podemos hacerle sentir culpable sobrecargándole de trabajo. Por otro lado, especialmente si el niño es muy pequeño, tendrás la responsabilidad adicional de controlar que no lo maltrate.
En este sentido, y si no nos queremos arrepentir, un hamster puede ser una de las mejores opciones. En primer lugar, porque no exigen una dedicación excesivamente intensa; por otro lado, porque es una mascota muy fácil de cuidar para personas que tengan poca experiencia con animales; también, porque el precio de adquirir el hamster –y todos los complementos que requiere– es bastante económico; además, requiere poco espacio y no demasiada comida.
Sin embargo, hay varias cosas que se deben tener en cuenta. Los hamsters son animales principalmente activos durante la tarde y la noche. Por lo tanto, si vas a comprar uno, debes tener en cuenta que puede hacer ruido a horas a las que quizá quieras descansar. Esto es fácil de solucionar: basta con que no pongas al hamster en el dormitorio. Por otro lado, debería estar en un lugar ventilado, donde no se fume mucho y, a ser posible, que sea tranquila, para que también podamos respetar su descanso.
Una de tus responsabilidades directas será mantener la jaula limpia: de lo contrario, tu hamster no vivirá mucho; además, los alimentos deberán estar en buen estado y ser frescos: aquellos que no se consuman deberán ser retirados para evitar que se genere un foco de infección.
También, como cuando tienes cualquier animal, debes tener a alguien cercano dispuesto a cuidarlo cuando tú no estés: por ejemplo, cuando te vayas de vacaciones y no lo puedas llevar contigo.
Por otro lado, debes tener en cuenta que son roedores y que, por lo tanto, muerden. Si te descuidas es posible que te encuentres un cable mordisqueado, o cualquier cosa que dejes a su alcance. O puede que, jugando, te muerda a ti. Esto no es peligroso ni duele mucho, pero tienes que estar preparado de antemano.