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El bulldog

Características físicas

El bulldog o bulldog inglés se caracteriza por tener una cabeza bastante grande en proporción al resto de cuerpo; ésta está sujeta por unos gruesos hombros. Su hocico es corto y su frente se presenta habitualmente arrugada, sobre unos ojos redondos, negros y grandes.

Por otro lado, su pelaje puede ser de varios colores o mixto (blanco, beige, atigrado, etc.) y es corto y liso. Su cola es por naturaleza corta y rizada.

Sociabilidad

El bulldog socializa, en principio, con facilidad. Hay que tener en cuenta que, de lo contrario, no habría sido posible su trabajo bajo órdenes humanas. De este modo, pese a su apariencia, su temperamento es muy dócil.

No obstante, el bulldog actual ahora ya no se dedica a estas funciones. Más allá de ser animal de compañía, función que cumple a la perfección, en ocasiones lo encontramos en competiciones de belleza. Esto hace que las características que más se valoran en ellos hayan pasado a ser: belleza, limpieza e inteligencia.

En todo caso, algunas veces son un poco tercos. Pero, por norma general, suelen llevarse bien con las familias que les adoptan y otras mascotas.

Historia

Existen importantes diferencias entre el bulldog original y el que hoy reconocemos como tal, tanto en el aspecto físico, como en su temperamento.

La raza proviene del “antiguo perro griego” o el perro de toros maltés; cuando éste fue importado a Inglaterra se cruzó con el mastín, dando lugar al bulldog. La evolución de la raza se produjo con mezclas posteriores con otros como el Carlino o el Pug.

Su nombre literalmente significa perro-toro. Se cree que proviene de su trabajo de apoyo con los ganaderos: su misión consistía en hacer correr al ganado con el fin de hacer que la carne quedase más blanda.

En un principio se le usó como perro de peleas en Inglaterra, desde el siglo XVII hasta la prohibición explícita en 1835. Era un animal muy competente en este sentido porque se enfrentaba sin problemas a animales mucho más grandes como osos, toros o tigres.

No obstante, se ha trabajado mucho para limar cualquier rastro de agresividad y, como ya contamos, el bulldog tiene un temperamento muy amable.

Cuidados

El aspecto que habremos de cuidar más si tenemos un bulldog inglés es la alimentación. La alimentación equilibrada es fundamental para su desarrollo, por lo que durante su crecimiento habremos de extremar los cuidados. La mayor parte de los piensos específicos están elaborados a partir de pollo y arroz, no obstante, habremos de tener en cuenta la calidad del producto y el origen de los ingredientes.

También hemos de tener cuidado con las cantidades que les proporcionamos, puesto que esta raza canina puede ser muy ansiosa.