Los perros suelen ser animosos, juguetones, dados a la compañía con humanos y otros animales domésticos, y siempre prestos a la actividad, es por ello que cuando no muestran estas emociones, nos vemos preocupándonos por ese cambio de carácter de nuestra mascota, y no es para menos, un perro no cambia de costumbres ni actitud solo porque sí. Nuestro perro se deprime se entristece, muchas veces por razones que nos atañen directamente. Entre los síntomas de tristeza en los perros, podemos mencionar.
Cuando un perro se ve sometido al estrés de la soledad constante, como cuando faltamos a casa mucho durante el día y le dejamos abandonado sin atención y compañía, cuando nos mudamos de hogar, cuando no le prestamos atención, es normal que nuestro perro se sienta solitario y abandonado y que vea una manera de canalizar esa energía negativa, y lo hará tornándose menos comunicativo, gruñón y hasta parecernos desconocido de tal cambio tiene en su carácter.
Pero también puede demostrar otros síntomas de tristeza en los perros, como son la falta de apetito, el sueño pesado o la falta de sueño, una mirada falta de entusiasmo y un no jugar o mostrar actividad alguna, eso podría parecer temporalmente normal pero no lo es a menos que se compruebe que nuestro perro sufre de un resfriado o una infección, situaciones que sí provocan desánimo y pesar en el perro.
Hay que tener en cuenta qué cambios han ocurrido en el hogar, para que nuestro perro se sienta deprimido y triste, y trabajar en el sentido de que, hay que dedicarle tiempo de calidad, sacarlo de paseo, llevarlo a jugar, encontrar la manera de no dejarle solo durante toda una jornada y si nos hemos mudado darle tiempo a adaptarse, y a ello contribuye llevarlo con nosotros a recorrer los alrededores, y que vaya conociendo así como hacerle sentir una mascota apreciada.