Actualmente, más del 90% de la población cuenta con al menos una mascota en su casa. Y la gran mayoría de esas mascotas suelen ser perros. Cada persona o familia elije a su mascota acorde a sus gustos y sus necesidades atendiendo sobre todo al lugar en dónde viven y al tiempo del que disponen para cuidarlas.
Cuando vamos a una tienda de animales o adoptamos un perrito, solemos hacerlo sin pensar en los cuidados que va a necesitar a lo largo de su vida o en cuánto cambiarán una vez que dejen de ser cachorros. Y esto pasa sobre todo en las razas de perros consideradas como potencialmente peligrosas, entre las que se encuentra el pitbull.
Los dueños juegan un papel esencial en la educación del perro
Aunque es cierto que perros como el pitbull, el rottweiler y otros muchos perros considerados como peligrosos son mucho más fuertes y presentan algo más de agresividad en sus características físicas y de carácter, también debemos tener en cuenta que la educación que recibe nuestro perro es esencial a la hora del desarrollo o no desarrollo de esa agresividad que en teoría les es innata.
Cuando decidimos tener un pitbull como mascota, previamente debemos hacernos a la idea de que necesita una serie de cuidados y atenciones diarias que otras razas de perros no necesitan. Con una educación adecuada, un pitbull puede llegar a ser un gran compañero y un gran amigo en nuestra casa. Nos dará compañía y cariño en todo momento.
Pero claro, todo esto ocurrirá si los educamos adecuadamente. Si comparamos la educación de nuestro pitbull con la de nuestros hijos (salvando las distancias) podremos ver que si educamos a nuestro hijo para que sea una persona justa, honesta y leal podrá ser un hombre de bien en su edad adulta. Esto podemos trasladarlo a nuestro perro.
Debemos enseñar a nuestro perro a canalizar su agresividad. Y esto lo conseguiremos dándole cariño y tratándolo como a un miembro más, que al fin y al cabo es lo que debe ser.
Ahora bien, hay personas que no se merecen tener en su vida una compañía tan buena como esta porque buscan que sus perros sean agresivos con otros perros e incluso con las personas. E incluso entrenan a sus perros para peleas ilegales. y hablando con total franqueza, estas personas ni siquiera merecen llamarse personas.
Así que ya sabéis. Antes de adoptar o comprar un perro, pensad con calma lo que estáis dispuestos a dar por ellos. Porque nadie merece la compañía de este amigo fiel si no le da a cambio todo el cariño y el amor del mundo.