El periquito es una de las aves más corrientes en los hogares. Provienen de Australia y pertenecen a la familia de los loros. A veces se utiliza su nombre para referirse a aves de la misma familia, como los agapornis.
Son una mascota que llegó a Europa a finales del siglo XVIII y llegó a tener gran popularidad, siendo muy admirado por la población. A finales del siglo XIX, en Bélgica, era muy corriente que un periquito azul costase más que un caballo de carrera.
Miden en torno a 19 centímetros de largo y pueden vivir hasta 15 años.
Podemos encontrar periquitos de cualquier color, exceptuando el rojo y el negro: una variedad cromática de esta envergadura hace que el hogar se convierta en un lugar tan vistoso como agradable. Además de esto, la función decorativa de los periquitos se ve ampliada por su canto.
No obstante, por muy decorativos que sean, es importante tener en cuenta que son animales y que necesitan una serie de cuidados especiales.
En primer lugar, es fundamental que les situemos en un lugar transitado por gente, como la sala de estar de la vivienda. Esto es así porque son animales a los que les gusta estar en compañía. Por otro lado, es una especie de ave que puede ser domesticada con facilidad para que salga de la jaula y vuele libremente por el hogar. Incluso son capaces de aprender algunas palabras y repetirlas cuando nosotros las pronunciemos.
También hemos de considerar, en el momento de adquirir un periquito, que lo más recomendable es que vivan en pareja: de hecho, tienden a anidar en monogamia. Si juntamos a dos hembras, lo más probable es que se enfrenten entre ellas; los machos no tienen problemas de convivencia entre sí, sin embargo, es más difícil que aprendan a hablar.
Para su alimentación se recomienda alpiste, mijo, avena y cañamón. Durante la reproducción también necesitarán avena y calcio.
Analicemos las muestras de que nuestro periquito está saludable: en primer lugar, debe tener un plumaje liso y sin claros; por otro lado, aunque sea joven, tiene que ser capaz de realizar vuelos cortos; también es importante que los excrementos no sean compactos; el pico no puede tener grietas y los orificios deben estar limpios, así como las patas y garras tampoco deben tener suciedad. Todo esto debe tenerse en cuenta en el momento de seleccionar nuestro periquito (cuando lo compremos) y durante su mantenimiento.
Por otro lado, apuntamos unas recomendaciones para el hogar: deben estar en habitaciones ventiladas y luminosas; la altura de la jaula debe coincidir con los ojos del dueño; también debe ser lo suficientemente amplia para que en su interior pueda hacer pequeños vuelos. Además, conviene extremar la limpieza de estos lugares.