No hace mucho vacunamos el gato de mi pareja. al día siguiente amaneció con un poco de malestar y llamamos a un veterinario diferente al habitual pues éste estaba ocupado. Éste nos aconsejó dar un medicamento para aliviarle: acetaminofen pediátrico. Confiando en la palabra del veterinario, le administramos la medicina, pero erramos en la cantidad por una proporción mínima. Pocas horas después el gato estaba respirando pesadamente, tenía fiebre y empeoraba visiblemente. Lo llevamos a la clínica inmediatamente, donde le hicieron un lavado estomacal para eliminar todo rastro del medicamento. El animalito resultó intoxicado por el acetaminofén. Por ser un gato muy grande y la cantidad mínima, el daño no fue mayor, pero el grupo de veterinarios nos informó que pudo ser mortal.
A partir de alli comenzamos a investigar y descubrimos que algunos medicamentos y vitaminas de uso humano común que no pueden ser metabolizados por el organismo de los felinos. Algunos de éstos que pueden resultar letales para nuestros amigos peludos y que suelen encontrarse en nuestras casas son:
– El paracetamol o acetaminofén: el antifebril y antiinflamatorio de uso común para los humanos es FATAL para los felinos. Apenas una pastilla de 500mg puede ser suficiente en un gato adulto. Causa daños al hígado. Los síntomas de intoxicación son respiración rápida, mucosas cianóticas (azuladas), excesiva salivación y orina de color café obscuro.
– Aspirinas: o ácido acetilsalicílico es un analgésico de uso cotidiano, pero en los gatos produce desórdenes en la respiración (rápida y luego lenta), vómitos, anorexia, depresión y orina con sangre, pues causa daños renales.
– Ibuprofeno, Naproxeno y Ketoprofeno: otra gama de antiinflamatorios que son potencialmente peligrosos para nuestras mascotas. Si no se administran en la dosis adecuada, causa vómitos, depresión, falla hepática, diarrea, anorexia y movimientos sin coordinación. Produce lesiones gastrointestinales.
– Vitamina A: en dosis adecuadas no es dañina, pero en dosis elevadas (como en suplementos vitamínicos de uso humano) puede causar intoxicación progresiva. Los síntomas son somnolencia, poco apetito, rigidez en el cuello y articulaciones, estreñimiento y pérdida de peso. Si se diagnostica a tiempo, no produce ningún efecto secundario.
Es de vital importancia mantener en un lugar seguro todos los medicamentos de uso humano en un lugar seguro, lejos del alcance de los gatos, pues estos al ser de naturaleza curiosa, pueden ingerir accidentalmente algún comprimido que puede ser potencialmente letal. Del mismo modo es necesario tener un veterinario de confianza que vele por la salud de nuestra mascota, y si por algún motivo se debe administrar algún medicamento de emergencia, consultar su inocuidad en la red. Informarse es imprescindible para mantener la salud y bienestar de nuestros gatos.
Lo que nunca pueden hacer los dueños es medicar a sus mascotas sin conocer los efectos de los medicamentos que utilizan en los animales. No lo digo por vosotros, que estabais recomendados por un profesional, pero conozco de otros muchos casos que sí lo hacen.