Entre muchos colores de gatos, sobresalen los gatos negros, a su atractivo por el color se une, que siempre han gozado de una misteriosa atracción sobre los humanos. Algunos les temen, otros piensan en ellos recordando viejas leyendas y fábulas, y los más les culpan de algunas malas rachas. No hay nada de cierto en ello, cualquiera lo sabe. El color de un gato no lo hace tener poderes para perjudicarte ni para que le temas. Y aún así, nos preguntaremos cómo ha surgido eso.
Se dice que fue durante la Inquisición que los pobres gatos negros fueron asociados a los cultos de los herejes, y que se les fue viendo como unos gatos especiales, destinados a servir a oscuros fines y preferidos de aquellos que se alejaban de los caminos de la fe. Son solo leyendas, las que abundaban en la Edad Media por cierto, y que no afectaban solo los gatos, pero que en este caso quedaron en la creencia colectiva y rodearon los gatos de misterio y temor. No les hizo mucho favor la literatura.
Los relatos como los del gran Edgar Allan Poe, lejos están de ayudar a los gatos negros, a alejarse de esa injusta percepción de ellos, y en otras muchas historias los gatos no son amigables y son de temer. Pero también hay gatos que son encantadores y muy apreciados, de otro color claro, en muchos cuentos literarios, y fábulas como el famoso gato con botas, simpático y valeroso es el gato más famoso, de una fama de buena vibra diferente de la de sus primos los gatos negros.
No hay secretos en el color hermoso de los gatos negros, todo lo contrario, suelen ser ejemplares bellos y su pelo fino y brillante los hace más atractivos porque resalta el color de los ojos gatunos de encendidos colores, y los gatos negros como todos los gatos, pues eso, solo maullan.
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