Empecemos por el principio: ¿Qué es la pica? Consiste en una enfermedad psicológica consistente en un trastorno alimentario que provoca un deseo incontrolable por ingerir sustancias no alimentarias como tierra, tizas, pelo u objetos de todo tipo. Se da en humanos (solo tenemos que ver el programa “Mi extraña adicción”), pero también pueden sufrirlo nuestras mascotas, produciendo en ocasiones consecuencias muy graves.
Se agrava más la situación en el caso de los animales, ya que no son conscientes de lo que lo que ingieren es indigerible. Se agrava porque pueden llegar a tragar objetos dañinos (llaves, objetos de goma, mandos de televisión…), provocando una obstrucción en sus intestinos que solo se remediaría con una operación.
Para saber si tu mascota tiene este problema, hay que tener en cuenta varios aspectos. Para empezar, los animales impulsivos podrían llegar a desarrollar cuadros de ansiedad (temblores, hiperactividad) por situaciones comunes como la ausencia del dueño. En ocasiones, un perro ingiere lo que no debe solo por estar de los nervios.
Otra razón común es un problema digestivo. El perro (aunque menos común, también los gatos y otros animales pueden sufrirla) desarrolla la enfermedad como un intento de calmar su estómago respecto a un problema, enfermedad, o carencias nutricionales de algún tipo. Es importante visitar al veterinario para descartar posibles problemas.
Fíjate bien cuando esté paseando: Los perros pueden coger un objeto y tragarlo en unos segundos, y en un descuido no darte cuenta de ello. En caso de que descubras que tu perro tiene pica, vigila lo que hace y no lo pasees por zonas con escombros o muchos objetos llamativos.
Por experiencia propia
En un caso muy cercano a mí, Mico comenzó a desarrollar síntomas preocupantes. Empezó a mostrarse alicaído, cansado y triste. Vomitó en varias ocasiones con colores anormales en él y no podía hacer sus necesidades, estaba totalmente estreñido. Fue un proceso bastante rápido.
El veterinario se dio cuenta de lo que sucedía en seguida: Algo obstruía su estómago. La operación salió bien, y cuando sacaron el objeto, resultó ser un enorme trozo amarillo de un material de aspecto gomoso pero muy resistente. En ningún momento nadie se dio cuenta de que llevaba algo así en la boca, el animal lo tragó directamente.
Así que ya sabes, si todo esto te suena, y desconocías el peligro que podía acarrear, confirma el diagnóstico con tu veterinario y pregúntale que debes hacer. Mientras tanto, evita tener objetos por el suelo al alcance de tu mascota para no llegar a situaciones indeseables o peligrosas.