Hoy te hablaremos sobre las lechuzas, un género de ave que siempre ha estado por su apariencia y los sonidos que emite rodeados de la leyenda. Un tema recurrente en la literatura y la música, hablar de las lechuzas. Aunque las lechuzas son aves nocturnas, son de carácter tranquilo y suelen alejarse del hombre, sin embargo, las leyendas como hemos mencionado, le han agregado un toque de misterio. Suelen ser bonitos ejemplares de color pardo dorado con las partes inferiores en color blanco, las hembras tienden a ser más de color gris.
Su vista es muy particular, ya que caza usualmente por la noche, pero si escasea la caza como suele ser habitual en el invierno, la lechuza opta por cazar de día y así es más avistada por los humanos. Es una especie en peligro de extinción, por lo que está protegida por las leyes de muchos países como España. Mantener una lechuza cautiva es por tanto poco probable sin obtener una sanción, aunque el contrabando de las mismas no se detiene y en algunos lugares se les busca por considerarlas exóticas.
Por qué cazan las lechuzas en la oscuridad, es una pregunta que todos nos planteamos y que los científicos han respondido, luego de varios experimentos. La lechuza suele tener capacidad para cazar en la oscuridad porque tiene un agudo sentido del oído, que le permite escuchar el más ligero movimiento de su presa, aunque estén en completa oscuridad.
Suelen habitar en pueblos y ciudades, aunque mayormente en las zonas rurales donde no corren peligro con el hombre, y suelen ser colonias que cambian de tener muchos ejemplares a pocos, porque los inviernos suelen ser duros para las lechuzas por la falta de caza y los extremos climas. Cuando las ciudades y pueblos no eran tan grandes, y habían espacios solitarios las lechuzas podían aparearse y criar con tranquilidad, con la modernidad y carestía de lugares, ya no les es tan fácil. Las lechuzas pese a ser aves no hacen nidos sino que colocan los huevos sobre los restos no digeridos de sus presas como pelos, plumas, y huesos.
Como sus nidos son peculiares buscan lugares inusuales como edificios en ruinas, huecos de los árboles, torres de iglesias, cajas anideras, haces de cereal. Suelen ser de 4 a 6 huevos blancos que incuban 33 días por la hembra aunque al nacer comparten los padres el cuidado de los pequeños alimentándolos con su caza regular que suele abarcar, ratones, topillos, ratas comunes, topos; pequeñas aves; escarabajos, polillas; ranas; a veces murciélagos y peces.
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