Al igual que sucede con los perros, existe una gran cantidad de razas de gatos repartidas por todos los continentes, algunas de ellas no pasaron nunca de un determinado territorio, otras fueron igual que los humanos de continente a continente y otras derivaron de la migración, igual que los humanos, y la entrada en contacto con otras razas de gatos. Algunas se conservan en la pureza de su origen, no han sido cruzadas con otras ni han entrado en contacto con otras razas, y eso sucede con el bello gato andino.

En las montañas y bosques de densa vegetación de Sudamérica, en países como Perú y Bolivia entre otros, se encuentra el hábitat del gato andino. A diferencia de otras especies de gatos, el gato andino de Sudamérica se alimenta de pequeños roedores pero también de algunas especies acuáticas y algunos vegetales, es de carácter tranquilo y puede interactuar con tranquilidad con la presencia del hombre. Existen pocos ejemplares en los bosques de Sudamérica, debido a que es cazado porque se considera su cuero de buena suerte.

El gato andino es un ejemplar entre los 60 a 80 cms más la cola que tiene regularmente un largo de 35 cms, con un peso que va de 4 a 7 k, pelaje largo en color café o rojizo, cola con anillos, patas de color negro y plantas de las patas en color café. Es una hermosa raza de gatos que además tiene un carácter que lo orilla a vivir en la soledad, así que los pocos ejemplares existentes habitan alejados de otros, y se mantienen alejados de las raras poblaciones en la profunda selva sudamericana.

Aunque no muy conocido por el hombre y no criado en cautiverio o como mascota, su hermoso pelaje, su semblante de calma, lo han hecho un gato muy admirado cuya imagen suele ser muy recorrida en dibujos y recreaciones animadas de gatos, gracias al color intenso de su pelaje también.

Imagen: Wikipedia

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