Los peces como ya hemos comentado en otros post, suelen ser muy vulnerables, pero ello se debe básicamente a que las condiciones del agua en que habitan en el acuario o pecera, no sean las más favorables, la limpieza extrema es la condición única y perfecta que permitirá que los peces vivan en salud y armonía. Y cuando ésta falta, y no la percibimos a tiempo puede ocurrir que nuestros peces se vean enfermos. Una de esas enfermedades de los peces, que se derivan de la mala calidad del agua de la pecera, es la enfermedad de la vejiga natatoria.
Esta enfermedad común en los peces, suele ser causada por las bacterias que se propagan fácilmente en el hábitat. Los síntomas se evidencian prontamente porque el pez se muestra inquieto, malhumorado, suele nadar de panza arriba, no logra encaminarse bien y va dando golpes por el acuario, resultado del malestar que la enfermedad provoca y le causa un cierto grado de escozor y dolor. Cuando se nota ese nadar panza arriba del pez no se puede dudar de que existe la enfermedad, y se debe de inmediato retirar al pez de la pecera alejándole del resto pero tomando medidas también en la pecera a donde se le traslade y limpiando la pecera que se ha contaminado.
Para erradicar el ambiente tóxico de la pecera contaminada, hay que retirar del todo el agua, y el pez que está enfermo, cambiar el agua y aplicar una solución anti-bacterial que permita al pez recuperarse y al resto de la colonia de peces no enfermos mantenerse libres de la bacteria. Pero hay que reconocer que esta enfermedad solo se alivia en el pez cuando acaba de brotar porque cuando las bacterias han hecho ya de las suyas, lo único que queda es sacrificar a los peces para aliviarlos del dolor y la muerte es inminente.
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