No es nada común querer tener una mariposa como mascota, pero para gustos los colores y hay personas que tienen como compañía algunos ejemplares de este bello animal. La mariposa es una especie que vive en cualquier tipo de ecosistema en que haya plantas y las encontramos en todo el mundo salvo en las regiones polares.
Existen un montón de especies distintas de mariposas y tienes que conocer si es diurna o nocturna para que sepas si está quieta durante una jornada por qué es. Las mariposas son animales de sangre fría, y para volar necesitan entrar en calor. Por eso a veces observarás que están quietas con las alas extendidas para captar todo el solecito que pueden.
Una de las cosas más bonitas de tener mariposas es ver cómo se desarrollan desde su estado de oruga. Por eso, lo primero en lo que hay que pensar es en crear un entorno apropiado para las orugas. No nos engañemos, hay que tener en cuenta que estos animalejos requieren de muchos cuidados.
De oruga a mariposa
Para criar orugas tienes que buscar un recipiente de cristal o plástico que esté bien ventilado. Lo más adecuado es que sea de malla de alambre para que las orugas puedan aferrarse a el. Si no, lo que tienes que hacer es recoger unas ramitas y “plantarlas” en el tarro con un poco de tierra.
Has de cambiar las hojas cada día porque las orugas solo comen hojas frescas. Cuando veas que la crisálida está formada, no intentes tocarla. En esa fase no es necesario alimentarlas y lo único que debes hacer es humedecer un poco el ambiente, pero sin pasarse para que no aparezca moho.
Cosas a tener en cuenta
No hay que desanimarse si la primera vez que crías mariposas no llegas a buen fin, pues requiere mucha práctica y habilidad. Sin embargo, hay que tener muy claro una serie de pautas para poder ser un experto cuidador de mariposas; por ejemplo, nunca las agarres de las alas porque pierden las escamas que las aíslan térmicamente y que las ayudan a volar.
Si tienes que alimentar a una mariposa puedes hacerlo sirviéndote de un pincelito untado en néctar. Recuerda que la mariposa apenas necesita alimentarse, porque ya lo hizo en su etapa de oruga, pero de vez en cuando toma un piscolabis para reponer energía.
Por último, procura liberar las mariposas siempre que sea posible, obsérvalas, fotografíalas pero deja que vayan en libertad una vez hayan salido de sus capullos.