Los gatos son viejos compañeros del hombre, ya que su existencia se remonta en miles de años en la historia. Pese a ello, nunca han sido amigables y tampoco cariñosos, es su temperamento y como tal no puede cambiarse, y con su temperamento muy diferente del encantador trato de los perros, los gatos solo son superados por estos a la hora de elegir mascotas. Millones de personas tienen gatos y millones de gatos viven en soledad, y muchos más son salvajes que dejaron de ser silvestres para retomar sus viejas costumbres de depredador.
Y el gato es un depredador de mucho cuidado, en la lista de animales peligrosos para el resto de las especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, aunque hemos de decir que en esa lista hay toda una variedad de animales que no deja de sorprendernos. Pero ocupándonos del gato, el gato ha contribuido durante su paseo por el mundo a través de los siglos a acabar con muchas especies de vertebrados y no ha cesado de hacerlo.
En algunos lugares de Europa, la presencia bajo monitoreo de uno o dos gatos en algunas islas, ha causado la extinción de especies de aves y reducido la cantidad de otros vertebrados. Así es el gato cuando retoma su vida natural y aún no lo hace, viviendo en compañía humana, como una mascota más suele ser tan instintivo que no abandona esos instintos y se entrega a acabar con otras especies…lo que no sabemos es…quién equilibra la naturaleza acabando con los gatos, estos parecen no tener grandes enemigos aunque amigables no son con ninguna especie.
Pero su apariencia dócil, su hermoso pelaje en algunos ejemplares, sus ojos de intenso color e insondable misterio, ejercen un atractivo en el ser humano, que adora una mascota silenciosa que husmea por la casa y jamás le regala un gesto de afecto…cosas de la vida.
