Aunque los gatos no sean los más cariñosos y accesibles entre las mascotas, ni tampoco parezcan especialmente divertidos; han sido durante largo tiempo la mascota más popular, siendo llevada al cine y la televisión convertida en divertidas historias donde los gatos asumen papeles de héroes, que de malvados, igualmente tiernos y románticos, hay gatos para todos en el mundo de la fantasía. Y aunque no sean tan carismáticos en la vida real como los perros, los gatos suponen una silenciosa compañía que es entrañable para muchos, por ello compiten con los perros en los más populares entre las mascotas.
Quién amante de los gatos como mascota no recuerda también algún gato convertido en personaje cinematográfico. Famosos gatos han sido los Aristogatos, franceses encumbrados que ya rememoran que el amor no tiene barreras sociales y un gato pobre O’Malley se enamora de Duquesa. Quizá otros tengan un gato negro que les recuerde a un gato porfiado intentando atrapar a un elusivo canario, Silvestre. Los gatos como mascotas han gozado siempre de mucha estima desde la antiguedad, como en el antiguo Egipto, donde los gatos ocupaban un lugar importante en la sociedad, cercanas criaturas a los faraones aún más importantes que algunos humanos. De este hecho dan cuenta las númerosas estatuas encontrados a lo largo de la historia egipcia en honor de los gatos.
Los gatos han sido la mascota preferida de escritores como Edgar Allan Poe o Mark Twain, éste último escribió algún relato en honor de los gatos que tuvo en su vida, muchos por cierto, y claro…¿quién no se enternece ante ese gato sentado en un rincón del salón una fría tarde invernal? alguno habrá sonreído mientras aquel ingenuo gatito intenta atrapar un mariposa en su vuelo…entrañables en nuestra memoria los recuerdos de gatos encantadores, que parecen mirarnos con sus ojos enormes como intentando adivinarnos en la mirada…
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