En el caso de que estemos pensado en adquirir una mascota, especialmente si se trata de una de las más frecuentes, como un perro o un gato, debemos plantearnos la opción de la adopción. De hecho, muchísimas personas se gastan cantidades ingentes de dinero en comprar animales sin haber valorado esta opción en sí misma. Existe la idea generalizada de que en una tiende de animales dispondrán de una oferta mucho más amplia a la hora de elegir a su mascota, lo cual no es cierto. En los refugios podemos encontrar todo tipo de animales, de todas las razas, edades y antecedentes. Por cierto, los responsables de los seguimientos cuentan que los perros adultos abandonados o maltratados se adaptan mucho mejor a sus nuevos hogares que lo cachorros; y que son, además, tremendamente agradecidos con sus nuevos dueños.
Por ejemplo, es comprensible que muchas personas que tienen poca experiencia con el trato y la educación de animales no se quieran atrever a adoptar a un perro traumatizado por el mal trato. No obstante, no todos los casos son así de extremos y los refugios suelen dejar la puerta abierta a la posibilidad de la devolución del animal. Más aún, la mayoría de refugios suelen estar dirigidos por asociaciones sin ánimo de lucro que nos van a poner al corriente sobre cómo cuidar y educar a nuestra mascota; además, van a estar dispuestos a cooperar con nosotros y ayudarnos en lo que necesitemos. Es más, suelen desarrollar protocolos de seguimiento post-adopción (por medio de llamadas y visitas).
Por otro lado, en la medida en que estas asociaciones están desbordadas (es increíble el número de personas que abandona a sus mascotas), cuando ayudemos a un animal llevándolo a nuestro hogar, estaremos auxiliando simultáneamente a otro que pasará a ocupar su lugar en el refugio.
También, desde éstos, se nos informa sobre todo lo que hay que tener en cuenta –obligaciones y responsabilidad– cuando se adquiere una mascota: normas de matriculación (identificación y censo) y sanitarias y de asistencia veterinaria que necesitará (condiciones higiénicas del animal, revisiones, vacunas).
Teniendo en cuenta que la alternativa a estos refugios son las perreras –o centros de exterminio animal–, hemos de valor la beneficiosa social que cumplen estos refugios y colaborar con ellos en la medida de lo posible. Para obtener información sobre ellos, en Internet es el medio más frecuente (no sólo en las wes, sino que desde aquí se efectúan muchas campañas de adopción. Si no nos manejamos bien con este canal o deseamos información más precisa, podemos consultar con nuestro veterinario más cercano o visitar personalmente a las asociaciones, aunque casi todos los años se organizan ferias de adopción en las grandes ciudades.