Los collares para gatos presentan muchos peligros. Obviamente los fabricantes que ganan dinero con ellos dirán que son seguros, pero hay demasiadas experiencias negativas de dueños de gatos como para dejarlas a un lado: los gatos se enganchan y ahorcan, sus depredadores y enemigos naturales (incluyendo seres humanos que torturan a gatos) pueden engancharlos por ellos, les causan heridas, alergias e incomodidad. Aún así, hay argumentos a su favor: veámoslos.
Motivos para ponerle un collar
Puertas gateras
Se activan por el collar y se abren automáticamente al paso. Considero que una puerta gatera de toda la vida que el animal abrirá empujando con la cabeza es igual de útil y evitará el riesgo de muerte por los peligros que trae un collar.
Identificación
La chapita identificativa sirve para una rápida identificación pero como es obligatorio el chip o el tatuaje, tarde o temprano darán con nosotros así que no es una razón de peso frente al peligro del collar.
Collares antipulgas
La pipeta es mensual y más cara, el collar dura tres meses y es más barato. Sin embargo, las desventajas son serias: la protección no cubre todo el pelaje,son rígidos, no se pueden quitar fácilmente, pueden causar alergias y lastiman la piel. A ésto debemos añadir el peligro de algunos productos que se utilizan en estos collares, por lo que es imprescindible que mires la composición para evitarte a ti y evitarle a él una grave enfermedad.
Según Ecogaia.com algunos de los plaguicidas más peligrosos del mercado se encuentran en los collares antipulgas para perros y gatos:
«Piperonilo: puede causar daños al hígado; DDVP diclorovos: puede originar cáncer, dañar los nervios y producir mutaciones. El tetraclorvinfos o el propoxur son tóxicos para el sistema nervioso y pueden causar náuseas, vómitos, diarrea, jadeos, sudores y lagrimeo. La intoxicación grave puede provocar contracciones musculares, convulsiones, parálisis respiratoria e incluso la muerte. Ambos productos químicos también son susceptibles de causar cáncer. »
Si aún así decides comprarle uno a tu gato, deberías seguir los siguientes consejos para que sea el collar adecuado para tu gatito y no le cause ningún perjuicio.
Material del collar
Bajo ningún concepto escojas un collar de plástico rígido con cierre sellado (al estilo de las esposas) es mortal para el gato como comenté aquí. Te juegas su vida. Tampoco escojas collares con costuras internas duras, puntiagudas, afiladas ni de material rígido ya que lastimarán su piel, le arrancarán el pelo y le producirán heridas. Es mejor un material suave, hipoalergénico, elástico y con cierre que pueda abrirse con facilidad por si se queda enganchado no se ahorque y acabe zafándose (de todos modos no es garantía de que lo consiga).
Consejos para ajustar el collar
No debe quedar ni muy flojo ni muy ajustado, lo ideal es que quepa un dedo entre el cuello y éste. Es obvio que ajustado le molestará, pero muy holgado hará que intente quitárselo y como ya comenté, cuando hace eso se le queda encajado en la mandíbula. ¿Qué ocurre entonces? Que se ahorque o asfixie será una de las posibles consecuencias. La más suave que se arranque los dientes de leche si es pequeño o esté traumatizado horas hasta que lo encuentres y consigas quitárselo.
Los fabricantes no especifican la edad para ponerle un collar a un cachorro, una gran error ya que puede acabar con él. Los expertos recomiendan que tenga mínimo 5 meses de edad y que nunca lo tenga cuando está solo. Eso implica que bajo ningún concepto le pongas un collar antipulgas por mucho que diga que es para cachorros también y mucho menos si es de cierre de plástico fijo ya que estará desatendido a veces y además se supone que podrá llevarlo tres meses, así que si lo ajustas un dedo tarde o temprano le asfixiará; y si lo pones holgado para que le sirva luego se lo intentará quitar y ya sabes las consecuencias. Con el horror añadido de que hay que cortarlo con tijeras y el gatito no se dejará así como así.
Collares con cascabel
Puede que para los ratones fuera muy útil ponerle el cascabel al gato, pero es una tortura para éste. El tintineo es insoportable y le vuelve loco. Mira al suelo para no pisarlo y ya está. No merece la pena semejante sacrificio. Y si lo haces para que no cace pajaritos, recuerda que un gato es depredador, pero también presa, así que no le dejes indefenso sin su protección más preciada: el don del sigilo. Además, el cascabel tiene una ranura que puede engancharse en salientes o rendijas de calefacción; así como engancharse él mismo una uñita y arrancársela al intentar quitárselo.
Espero que estos consejos te hayan servido. Insisto en que no hay un solo veterinario serio que recomiende los collares ya que se encuentran muchos gatitos ahorcados, pero tuya es la elección.