Tener una mascota, como todos sabemos, nos da grandes alegrías ya que nuestra mascota suele convertirse en nuestros mejores amigos, especialmente los perros y los gatos, ya que son las mascotas más comunes que casi todos nosotros solemos tener. Cuando tenemos un perro o un gato es necesario que tengamos en cuenta todas las necesidades que nuestra mascota en cuestión tendrá, como la alimentación, la higiene, cuestiones de salud y de vacunas etc.
Como todo ser vivo, nuestros gatos y nuestros perros atraviesan por fases de celo en época de apareamiento, algo que a veces resulta muy incómodo para los dueños, sobre todo en el caso de los gatos, ya que en muchas ocasiones durante la época en las que dura el celo, nuestros gatos pueden incluso volverse más agresivos y escaparse. Por eso se abre ante nosotros la oportunidad de esterilizar a nuestro gato, una intervención que nos puede dar grandes ventajas, pero también algunos inconvenientes.
Ventajas de la esterilización
- Siempre y cuando la intervención se realice por un equipo de profesionales cualificados, la esterilización de nuestro gato será rápida y de fácil recuperación para nuestra mascota ya que al ser cirugía ambulatoria no requiere hospitalización.
- En el caso de las hembras, se reducirá considerablemente el riesgo de contraer algunas enfermedades e infecciones. Y en el caso de los machos, también se evitarán enfermedades de próstata, además de volverse aún más tranquilos y dóciles.
- La esterilización ayuda a controlar el nacimiento de gatitos que probablemente no podríamos cuidar.
Desventajas de la esterilización
- Una de las mayores desventajas surge de la mala aplicación y de una mala intervención, que viene derivado del mal uso del equipo médico cuando la cirugía es practicada por aficionados. Es de vital importancia que siempre acudamos a un veterinario cualificado.
- Otra desventaja derivada de este tipo de intervenciones de esterilización tiene que ver directamente con el cuerpo de nuestro gato o gata, ya que normalmente, la disminución de hormonas tras la esterilización suele conllevar un aumento de peso de nuestro gato, algo que si no se controla puede derivar en la obesidad de nuestra mascota y por tanto en un sinfín de enfermedades derivadas de esa obesidad.