Todos los que hemos tenido un perro, sabemos con cuanta frecuencia, ellos se aficionan a morder todo lo que encuentran. Esto es algo normal cuando son cachorros, pero sino los corregimos, resultará todo un problema que durará toda la vida de nuestro perro. Y esto es algo que debe preocuparnos, la afición de los perros por morder, les puede llevar a dañar nuestros muebles, y casi cualquier cosa que les antoje y claro también a dañarse los dientes y a tragarse algo como un pedazo de plástico o similar y de consiguiente enfermarse, sino asfixiarse, dependiendo del tamaño.
Hay que empeñarse en educarlo desde que es un cachorro, y una gran ayuda para ello, es proveerle de suficientes juguetes para que pueda mantenerse ocupado, o al menos no morder algo inadecuado para tal fin cuando le antoja. Es importante que nuestro perro haga su rutina diaria de ejercicio, sacarlo a pasear o disponer de un espacio para que juegue es vital ante esta situación y otras, porque así el perro ni se aburre y agota su energía que emplearía en masticar que también es una forma de externar su aburrimiento.
Cuando nuestro perro se empeña en masticar zapatos y otras cosas, es el momento de educarlo, retirándole lo que mastica y sustituyéndolo por un juguete para masticar. Hay que darle algunas palabras corrigiendo este aspecto, así él asociará dicha actividad con sus palabras, no hace falta regañar ni mostrarse enfadado, pero sí muy inflexible respecto de mordisquear.
Hay que alejar toda tentación, cuando sales de casa hay que mantener al perro en un lugar controlado donde no pueda hacer de las suyas, y si lo hace debe ser reconvenido no de una manera como hemos dicho de castigo físico sino una reconvención con palabras en tono serio y calmado pero que le transmita que lo que ha hecho está totalmente mal.