Los perros se parecen en algo más que ser adaptables al ser humano. Como los humanos se aficionan a la comida y como los humanos algunos son sedentarios y también suben de peso. Y claro también los perros con sobrepeso sufren enfermedades que de no estar pasados en kilos, no sufrirían. Algunas razas son más propensas que otras a subir de peso. Pero aunque tengas un perro que no esté entre esos «propensos» a pasar de peso, sino le cuidas como debe ser subirá de peso y puede sufrir enfermedades que acorten su vida.
Hay que alimentar adecuadamente a todo perro, suprimir la ingesta de alimentos que lo hagan subir de peso como galletas, pan, azúcares y todo tipo de alimentos que ya sabemos tienen gran cantidad de calorías. Debemos cuidar que se ejercite, sacarlo de paseo y también tenerle espacio en casa para que se mantenga en movimiento, acostumbrarlo a tres alimentos de pequeño tamaño y no darle sobras ni alimentos entre comidas. Básico, el perro come todo lo que le den, él no sabe que puede convertirse en un perro con sobrepeso.
Como resultado de ese sobrepeso el perro tiende a caminar más despacio y moverse poco, lo que hace más grande el problema porque sigue consumiendo calorías y no las pierde. Así que al subir de peso hay que modificar su dieta, aumentar su ejercicio físico gradualmente y consultar el veterinario que nos puede ayudar a controlar mejor el mismo. Es de vital importancia ocuparse del asunto porque sino el perro se ve en riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, se acorta su vida, padecer de diabetes, tener problemas respiratorios, sufre dificultad de movimiento, tiene menor resistencia inmunológica a las enfermedades que sufren todos los perros, pudiendo morir por complicaciones derivadas.
Y si el perro ya tiene sobrepeso hay que armarse de paciencia, porque el peso lo perderá pero para que sea una pérdida saludable y duradera debe ser paso a paso.
Imagen: Pastor Alemán