La modernidad nos confinó en pequeños espacios, en los que hay que hacer malabares para tener una mascota. Y cuando hemos logrado encontrarle acomodo en casa, es el momento de comenzar a pensar en su cuidado. El cuidado de un perro no es solo ponerle las vacunas, alimentarlo, dejarle un espacio para dormir y llevarlo al veterinario, también requiere como un niño que crece, espacio para jugar y en alguna medida otros perros con quien interactuar.
Por ello es importante disponer de tiempo para que nuestro perro juegue con otros perros, y esto implica llevarlo de paseo al parque u otro lugar donde pueda estar con otros perros, correr, ladrar, y todo lo que hace un perro saludable para divertirse. No hace falta que sea a diario, sobretodo si se está ocupado por el trabajo o la familia, hay que disponer un tiempo para el perro, quizá una tarde de la semana o un sábado o domingo, una hora o dos, tampoco hacen falta horas de horas de juego.
Hay que enseñarle cosas básicas tal cual harías con un niño, a no pelear con otros perros, hablándole cuando intenta hacerlo, educarlo para que pueda retozar sin estar sujeto o sea que puede correr libremente sin alejarse y sin meterse en problemas. Los juegos del perro ayudan a que se sienta animado, a controlar su peso y al estado de ánimo de los perros que son mascotas solitarias o pasan mucho tiempo solos en casa.
Si es un perro que se comporta y al que has educado bien, se puede ir cambiando el ambiente de donde va de paseo puede ir del parque al centro comercial, quizá puedas llevarlo en una escapada a un lugar que no conoce, en este caso no te alejes de él ni lo lleves sin sujetar. El perro se sentirá encantado de esos ratos de juego.
Imagen: Husky Siberiano