Los peces por pequeños que sean suelen sufrir variadas enfermedades de los peces, entre ellas una de las más comunes es la infección por parásitos que sufren los peces desde su habitat natural y que se hace evidente en la pecera porque algunos de esos parásitos no solo dañan al pez que los hospeda, sino que se propagan por toda la pecera, saliendo del organismo del pez a través del ano y alojándose en otros peces. De esta manera está servida la enfermedad que puede diezmar a toda la colonia de peces.

Para evitar que nuestros peces enfermen de estos parásitos es importante vigilar su actitud, los peces enfermos tienden a mostrar de alguna manera su incomodidad, en los casos de peces con parásitos, aunque se alimentan bien pierden peso aceleradamente y lucen bastante desmejorados. Si el pez se alimenta pero aún así pierde peso hay que llevar la pecera con el veterinario, el que administrará un compuesto para matar el parásito y purificar el agua, de lo contrario debido a la pérdida de peso, el pez puede terminar muriendo y con él, el resto de los peces en nuestra pecera.

Algunos peces con parásitos como suele suceder en muchos más animales, tienen el parásito pero no muestran la enfermedad pero por ello también contagian a los otros peces, cuando el parásito sale del pez para trasladarse por la pecera. Por esto es importante que al trabajar para purificar la pecera también se trate a todos los peces evidencien o no estar enfermos, así se evita que en alguno quede alojado el parásito y continúe la infección.

Imagen: Fotos animales

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