Tener una mascota encierra una gran responsabilidad. De hecho, va mucho más allá de quererlo, alimentarlo y proporcionarle un espacio cómodo. El aseo y estética de tu mascota es importantísimo, pues es de este modo en que prevenimos muchas enfermedades de la piel. mantener a tu mascota aseada depende no sólo de un simple baño, pues también incluye cortar las uñas, asear las orejas y cuidado del pelaje, además de otros tratamientos que dependerán de la raza.
Muchos no tienen la posibilidad de llevar a sus perros a estéticas donde realizan de forma profesional este tipo de cuidados, ya sea por cuestiones económicas, pues puede resultar bastante costoso o sencillamente por prevenir algún tipo de maltratos (he sabido de caso de animalitos heridos con rasuradoras o lugares donde los tratan con poca delicadeza). Cualquiera que sea la causa que te haga preferir hacerlo tú mismo, debe ser hecho lo mejor posible. Aquí te decimos como.
En primer lugar, necesitarás shampoo adecuado para perros (NO uses shampoo para humanos, pues el PH de la piel es distinto y podrías causarle alergias), un peine de cerdas separadas para desenredar en caso de que tu perro sea de pelo largo o uno de cerdas cortas de goma para eliminar pelo muerto si tu mascota es de pelaje corto; corta uñas especiales para perros, algodón para limpiar los oidos (NO uses hisopos) y una tijera afilada de puntas redondeadas para cortar el cabello de tu perro en caso de ser necesario.
Si tu perro es de pelo largo, desenreda muy bien antes de bañarlo, pues el agua sólo solidifica los nudos de pelo y la única solución después del baño será cortarlo. Aprovecha para cortarle el cabello de una vez, si es que deseas hacerlo. Ten mucho cuidado de no cortar la piel, hacerlo lentamente y de forma delicada es lo ideal para prevenir accidentes.
Corta las uñas, fijándote en cortar sólo la parte más clara. Si cortas demasiado, puede sangrar y lastimar su patita. En perros de colores obscuros puede ser difícil determinar cual debe ser la porción de la uña a cortar, así que quita sólo las puntas para prevenir. Hazlo en un lugar bien iluminado y trata que el corte sea recto, pues cualquier ángulo podría hacer que se lastime al momento de rascarse.
Recorta con mucho cuidado los pelos que sobresalen entre los cojinetes de los dedos. Tienes que ser muy delicado, para no causar ninguna herida en esta zona tan delicada. Un corte en esta parte no es de preocuparse, pero sangra bastante, es incómodo y puede causar estrés innecesario a tu peludo amigo.
Limpia los oídos con el algodón, delicadamente, como si lo estuvieses acariciando ve poco a poco desde la parte externa hasta la interna de la oreja. Ve suavemente, hablándole mientras lo haces, de este modo lo tranquilizas y evitas que se mueva demasiado. No uses hisopos o cotonetes, pues podrías dañar la estructura interna del oido.
Es hora del baño. Asegúrate de humedecerlo bien, aplicar shampoo de forma uniforme y frotarlo enérgicamente en las zonas en las que más se acumula el sucio, como las patas. No olvides refregar un poco sus genitales y ano para eliminar cualquier residuo de desechos. Enjuágalo muy bien, para asegurar que no queden rastros de shampoo.
Seca tu perro con una toalla, para eliminar el exceso de humedad y luego sécalo con una secadora de pelo. Esto es importante, pues de este modo aseguras eliminar cualquier rastro de humedad que pueda quedar entre el pelo y la piel, previniendo serias enfermedades en la piel. Procura que el aire que sale de la secadora no sea demasiado caliente para evitar quemaduras.
Cepilla el pelaje de tu mascota cuando lo estés secando. Abre las secciones de cabello para ayudar al proceso de secado. Puedes alisar el pelo si diriges el aire de la secadora de arriba hacia abajo y esponjarlo si cepillas a contra pelo, mientras diriges el aire en esa dirección.
Trata de seguir esta misma rutina cada vez que asees a tu perro, y no olvides cepillarlo diariamente, para evitar nudos y eliminar el pelo muerto. De este modo reducirás también la cantidad de pelo que pueden dejar en los muebles y tu ropa. No toma más de cinco minutos y puede convertirse en un ritual relajante para ambos. Recuerda, tu mascota no puede acicalarse por si misma, depende de ti para lucir hermoso y sano!